El diseño escandinavo es reconocido por su sencillez, funcionalidad y estética atemporal, cualidades que lo convierten en una de las opciones más valoradas para decorar espacios pequeños. La selección de los esquemas de color, en este contexto, juega un papel fundamental para potenciar la luminosidad, la sensación de amplitud y la armonía visual. Este enfoque ofrece soluciones prácticas y elegantes, utilizando tonalidades y combinaciones que transforman cualquier rincón reducido en un ambiente acogedor, moderno y sereno.